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Promesa de Dios para Hoy_Romanos 8:35-39 35

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Romanos 8:35-39 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo: Somos estimados como ovejas de la masacre. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, 39 ni lo alto, lo profundo, ni, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del el amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

UN PANORAMA GENERAL DE LA BIBLIA: Promesa de Dios para hoy_Juan 17:23

UN PANORAMA GENERAL DE LA BIBLIA: Promesa de Dios para hoy_Juan 17:23 : Juan 17:23 Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los has amado a ello...

Babies for Christ: El primer año de Davisito

Babies for Christ: El primer año de Davisito : Les comparto mi gran alegría del primer añito de mi nietesito: Davisito. El día de la gran fiesta asistieron todos los amiguitos grandes y...

Graficas_Portugues: Feliz Anno Novo 2012

Graficas_Portugues: Feliz Anno Novo 2012 : <img alt="Graficas portugues" src="http://api.ning.com:80/files/HCJSNHzzZZItcLLCViBQ68t0FCE8...

Promesa de Dios para Hoy_Romanos 8:32

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Romanos 8:32 El que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no también con él nos dará todas las cosas? Cuando te ofreció a su único hijo, le dio el mejor regalo que podía dar. Navidad marca el primer día del año donde los bienes sean entregados y recibidos en todo el mundo. 

MUSICA AUDIO XTOPARALASNACIONES: Villancicos

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Promesa de Dios para Hoy_2 Corintios 5:18-19

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2 Corintios 5:18-19  Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos ha dado el ministerio de la reconciliación; 19 A saber, que Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo á sí, no imputándole sus pecados , y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.  Jesús murió para que tú y yo pudiéramos ser reconciliados.   La promesa más grande que nosotros podemos recibir de nuestro Dios y Padre fue la promesa de la reconciliación.