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Mostrando entradas de marzo 2, 2017

LAS HERENCIAS:_Lupe Correa.H.

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El tema de la Hrencia,es el titulo de la reflexión de hoy, un tema en el cual ponemos un ejemplo Biblico que se encuentra en 2Cronicas 34. La Biblia menciona "maldiciones generacionales" en varios lugares (Éxodo 20:5; 34:7; Números 14:18; Deuteronomio 5:9). Parece injusto por Dios castigar a los hijos por los pecados de sus padres. Sin embargo, esto es mirarlo desde una perspectiva terrenal. Dios sabe que los efectos del pecado se transmiten de una generación a la siguiente. Cuando un padre tiene un estilo de vida pecaminoso, sus hijos son propensos a tener el mismo estilo de vida pecaminoso también. Es por ello que no es injusto por Dios castigar el pecado a la tercera o cuarta generación – porque cometen los mismos pecados que hicieron sus antepasados. Pero son castigados por sus propios pecados, no los pecados de sus antepasados. La Biblia nos dice específicamente que Dios no responsabiliza a los niños por los pecados de sus padres (Deuteronomio 24:16). Hay una tendencia

UNETE A LA MARCHA DEL DÍA 4 MARZO-CON MIS HIJOS NO TE METAS

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Usa el arma más poderosa Efesios 6:18

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Usa el arma más poderosa Efe 6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos Quizá quieres contarle las buenas nuevas de Jesús a un amigo que no es creyente. Y crees que eso empieza con explicar todo lo que tiene que ver con la muerte de Jesús en la cruz y su resurrección. ¡Un momento, da marcha atrás! Hay un paso que dar antes que eso. Hablar a otros de Jesús realmente comienza con oración. Orar no significa que le hablamos a Dios mascullando, usando palabras grandiosas que no entendemos. Orar es hablar con Dios en un lenguaje sencillo acerca de nuestros pensamientos, sentimientos y preocupaciones cotidianos. Y podemos estar absolutamente seguros de que Dios nos oye cuando oramos. Tal es así, que Dios espera ansiosamente que nos acerquemos a él en oración. Somos sus hijos, y él valora cada minuto que pasamos en su compañía. Dios realmente quiere escuchar nuestra oración por nuestros