Si mueves el corazón de Dios, mueves la mano de Dios. Un guiño de Dios y tu destino cambiará. Números 14:1-25 Los israelitas se rebelan en contra de Dios. Dios amenaza con destruirlos, Moisés intercede por ellos y Dios los perdona. ¡Tu intercesión puede mover el corazón de Dios! Desde que salieron de Egipto, los israelitas se la pasaron quejándose y rebelándose. Agotaron la paciencia de Moisés (y la de Dios) más de una vez. Ahora a punto de cruzar a la Tierra prometida, ellos se rebelan de nuevo. Josué y Caleb dos de los doce espías que Moisés había enviado a checar la tierra estaban listos para entrar inmediatamente y tomar la tierra que Dios había prometido. Los otros diez espías lanzaron un cubetazo de agua fría en todo el asunto. Ellos pensaron que la tarea era imposible. Desafortunadamente los israelitas escucharon a los diez en lugar de a los dos. En una violación directa al mandato de Dios ellos se negaron a cruzar el Jordán.