Atesorando el precio de la redención Galatas. 3:13
Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: "Maldito todo el que es colgado de un madero." La llave para entender el clamor de Jesús de la cruz se encuentra en la carta de Pablo a los Gálatas. Gal 3:13 El ser maldecido es ser eliminado de la presencia de Dios, ser echado fuera de casa, ser quitado de Sus beneficios. En la cruz, Jesús fue maldecido. Esto significa que Él representó a la nación judía de los que habían quebrantado el pacto quienes estaban expuestos a la maldición y tomó toda la maldición sobre Sí mismo. Como el Cordero de Dios, portador de pecado, fue cortado de la presencia de Dios. En la cruz, Jesús entró en una experiencia de abandono por nuestro beneficio. Dios le dio la espalda a Jesús y lo separó de toda bendición, de toda gracia y de toda paz. Dios es demasiado santo como para aún mirar la iniquidad. Dios el Padre le dio la espalda a Su Hijo, maldiciéndolo hasta el abismo del infierno mientras