Cristo Para las Naciones

PELICULAS CRISTIANAS: Vida Para Soñar. : Una pareja al borde del divorcio a causa de la muerte de su hijo acoge en su casa a una niña de ocho años sin madre. Poco a poco todos se re...

Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?  Jesús le dijo:  ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.    Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.

Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,  perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,   y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.  Colosenses 2:13_15.

Siendo renacidos,no semiente corruptible,sino de incorruptible,por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. 1Pedro 1:23 El poder regenerador de la palabra de Dios, LA PALABRA DE DIOS

 1Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje escojido,real sacerdocio,nación santa,pueblo adquirido por Dios,para que anuncies las virtudes de aquel que os llamo de las tinieblas a su Luz admirable

De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.  Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.  Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?  Jesús le dijo:  No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.  Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.  A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.  Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia