Espejito, espejito Salmo 139:14 Te doy gracias, porque has hecho maravillas. Maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien. Aquí va algo divertidísimo para que le preguntes a tus padres: "Piensen en cuando eran chicos. ¿Se acuerdan de lo que pensaban al verse reflejados en el espejo? (Había espejos en aquellos tiempos, ¿no?). ¿O cuando miran una foto de cuando eran chicos, ¿en qué piensan?" Muchos nos hemos parado frente al espejo y dicho algo así: "Señor, ¡qué mal te fue cuando me hiciste a mí!". Quizá eres una chica que tienes que dar vueltas en la ducha para poderte mojar, eres tan flaca que el rocío de la ducha no te alcanza a mojar. O eres un chico y no tienes los músculos que los otros muchachos parecen tener. Cuando de veras empieces a crecer, es posible que ni reconozcas a esa persona reflejada en el espejo. Un minuto tienes un cutis de seda.