LA ORACIÓN QUE PERSEVERA NUNCA SE DA POR VENCIDA------- Mateo 7:7

<
div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">

Mateo 7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
La oración que persevera nunca se debilita ni se cansa. Nunca pierde el coraje. Nunca cede a la cobardía. Es motivada y sostenida por una esperanza que no claudica y una fe que no se rinde. La oración que persevera tiene paciencia para esperar y fuerza para seguir. Nunca se dispone a rendirse, pero siempre se resiste a levantarse de sus rodillas hasta que ha recibido una respuesta
Las palabras de ánimo de aquél gran misionero,
Adorinam Judson, son testimonio de un hombre que fue perseverante en la oración:
"La respuesta a mis oraciones llegaron a su tiempo, no importaba que distante me pudiera parecer el día. De algún modo, de alguna forma, tal vez como si fuera lo último que hubiera podido divisar, venía la respuesta a cada una de mis oraciones."
Estos son los importantes retos de nuestro Señor con respecto a la oración. Su instrucción es que la verdadera oración debe permanecer y avanzar en esfuerzo y urgencia hasta que la oración sea contestada y la bendición deseada sea recibida.
Por el orden en que acomoda las tres palabras: pedir, buscar y llamar, Jesús nos alerta con urgencia sobre la necesidad de la oración que persevera. Pedir, buscar y llamar son los peldaños en la escalera de la oración exitosa. Definitivamente, ningún otro principio es mas recalcado por Cristo de que la oración que persevera debe tener la cualidad de esperar y prevalecer, el valor de no rendirse nunca, una paciencia que nunca se cansa y una resolución que nunca claudica.



E.M. Bounds

Traducción: Ps. César González






( )

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo iré delante de ti Isaías 45:2

LOS NOMBRES DE DIOS,Y ÚLTIMA PARTE DE LOS NOMBRES DE DIOS