Meditando en el Salmo 42:1,2

Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,

Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;

¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?

El Bramar es un sonido que producen los ciervos,que significa gritar

fuertemente,hacer un ruido ensordecedor.

De manera que al decir <<Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,así clama por ti Oh Dios el alma Mía>>,estaría diciendo así grita por ti,"oh Dios el alma Mía".

Debemos 

preguntarnos cuantas veces nos hemos sentido así?

Con tal deseo de la presencia de Dios en nosotros que nos

lleve a

  gritar fuertemente?

No se trata de una emoción,sino de un gran anhelo por Dios.

Nuestro deseo al acercarnos a Dios debe ser buscar su rostro,su presencia,su corazón,y nos lo venir a Él para  pedir cosas,o salir de tal ó cual problema.

Cuando nos quebrantamos delante de Él y no nos conformamos,con menos que con su presencia.

Nuestro corazón sabe que teniéndolo a Él lo tenemos todo.

El Alma que incluye la mente,emociones y voluntad,ha de aprender a cobrar animó,valor y fuerza en su creador.

Porque muchas veces el alma nos traiciona.

¿Cuantas veces nos hemos acercado a Dios solo por las emociones?

recordemos que las emociones son inestables y cambiantes ,nos son buena guia.

En cambio la fe, que radica en nuestro espíritu es la que hace vencer aún la burla del enemigo.

Es mi oración que nos presentemos a Dios con tal necesidad de poder clamar,anhelar profundamente y gritar desde nuestro interior

por su sola presencia en nuestras vidas.

Busquemos en este día acercarnos a Él con una expresión de lo profundo de nuestro corazón al corazón de Dios."No se trata de impresionar a Dios con nuestro léxico ó palabras que ni entendemos,sino de Ora con el Espíritu,pero también con el entendimiento".

Dios le bendiga.