Una fe poderosa




La Fe poderosa, no confía en las promesas de Dios, sino en el Dios que promete.

Quiero comenzar con esta pregunta: ¿Cómo puedo conocer el grado de Fe que hay en mí? Esta pregunta quizás nunca se la hizo, pero ahora que la escucha, puede generar una cierta intriga de querer saber.
Tres puntos principales para saber y generar un mayor grado de Fe en mí
1. Mi declaración
2. Mi movimiento
3. Mi forma de Pedir (forma de acercarme a Dios)
Estos tres puntos demuestran el grado de Fe que voy desarrollando.

La Fe poderosa, La verdadera Fe, no confía en las promesas de Dios sino en el Dios que promete. No busca las bendiciones de Dios sino al Dios que bendice.

Generalmente usamos la Fe mal. Usamos la Fe para salir de situaciones difíciles, pero la fe no solo es para esto. La Fe es un Don puesto por Dios, para que pueda acercarme a Él y convertir mi vida de: “una vida simple, a una vida de fe” “Fuiste diseñado para esto”

“Debemos desafiar la calidad y naturaleza de la fe que heredamos de nuestro sistema de creencias contemporáneo y compararla con la trayectoria de los campeones de la fe que fueron puestos a prueba en su tiempo y superaron todos tipo de desafíos.

Los campeones de la Fe, Aquellos que bajo presiones fuertes sacaron una Fe Poderosa, no tenían mucha Fe. Tenían una Fe de Acción. No tenían una Fe teológica, tenían una Fe práctica.

Estos personajes en su espíritu entendieron esta palabra que está en Hebreos 11:1 (NVI) “La fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.”

CAMPEONES DE LA FE:

*Noé: Que por su Fe y respeto a Dios, pudo ver lo que nadie veía y se atrevió a obedecer y construir una Arca, que termino condenando al mundo y desatando libertad sobre el y su familia.

*Jefte: Que por su Fe, a pesar de ser despreciado por su familia, termino siendo un libertador.

*David: Que por su Fe, a pesar de ser olvidado por su padre y despreciado por sus hermanos, termino Reinando.

*Sansón, Gedeón, Samuel, los profetas, etcétera, que como dice la Biblia en Hebreos 11:33, “Los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones,  apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros.”

Reciba esto: Debemos chequear nuestra Fe, si observamos a esta gente, ellos utilizaron la Fe para algo significativo. Usaron la Fe para la transformación, la conquista, para renovar las fuerzas, para ganar y mantener firme su descendencia.

*Lamentablemente hoy nuestra Fe esta direccionada para: Estar bien con mi esposa/o, conseguir trabajo, tener un auto, alcanzar una novia/o… y este tipo de cosas. No está mal, pero cuando tengo una Fe poderosa, apunto a otra cosa.

*Apunto a desarrollar con la Fe que Dios me ha dado, una transformación, una revolución, algo que deje con la boca abierta a todos los demás.

Dice la Biblia: *Mateo 21:21-22, “Les aseguro que si tienen fe y no dudan -les respondió Jesús-, no sólo harán lo que he hecho con la higuera, sino que podrán decirle a este monte: '¡Quítate de ahí y tírate al mar!', y así se hará. Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración.”

*Marcos 11:22, “Tengan Fe en Dios, respondió Jesús…”

*Hebreos 11:6 “En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.”

LOS TRES PUNTOS QUE GENERAN UNA FE PDEROSA.

1. Mi declaración: La declaración tiene que estar marcada por la Fe. Ese es el lenguaje de Dios. Así que Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y que llama las cosas que no son como si ya existieran. Romanos 4:17 (NVI)

Así no hablaba Abraham, así habla Dios. Mi declaración, me cambia mi manera de vivir.
Tenemos que hablar como Dios habla. Su lenguaje es mi lenguaje.

2. Mi movimiento: “Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.” Lucas 13:13

La Fe Poderosa te mantiene en movimiento, Jesús no le soltó una palabra, Jesús la llamo. La mujer tuvo que caminar con su encorvadura hasta donde Él estaba. Tienes que moverte.

3. Mi forma de Pedir (forma de acercarme a Dios):

“Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies, y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.”  Marcos 5:22-2

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