Sé pronto para escuchar _ Santiago 1:19

Santiago 1:19 mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar y ser lentos para hablar y para enojarse (NVI)
Se ha dicho que, o la Palabra de Dios te aleja del pecado, o el pecado te aleja de la Palabra de Dios. Aparentemente algunos de los lectores de Santiago estaban permitiendo que el pecado los alejara de recibir la Palabra como debieran. Dios les estaba permitiendo experimentar algunas dificultades para que su gozo y fortaleza crecieran, pero les faltaba sabiduría y caían en la tentación y el pecado. Santiago les invitaba a regresar a la Palabra y a tener una perspectiva distinta de sus circunstancias.
Santiago 1:19 comienza con la frase "por esto" (RV) haciendo referencia al verso 18. Ellos habían experimentado el poder de la Palabra en su salvación, ahora Santiago quiere que permitan que ese poder los santifique. Para que eso ocurra, deben ser prontos para escuchar, tardos para hablar y tardos para airarse.

El ser pronto para escuchar significa que no ignoras o peleas contra Dios. En lugar de eso, cuando problemas o decisiones difíciles te llegan, pides a Dios sabiduría y recibes el consejo de Su Palabra con la voluntad de obedecerla. No eres como los discípulos camino a Emaús a quienes Jesús describió como "insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho" (Luc 24:25)
Debes ser pronto para escuchar la Palabra porque te provee de nutrientes para tu vida espiritual y es tu arma en contra de todos los adversarios espirituales. Es el medio por el cual eres fortalecido y equipado para toda buena obra (2 Tim 3:16-17) Te libera de pruebas y tentaciones y te anima a una comunión con el Dios viviente.
La Palabra debe ser tu amigo más bienvenido.

Ser pronto para escuchar, persuadiendo en cada oportunidad de aprender la verdad de Dios. Deja que el testimonio del salmista sea tuyo "Oh, cuanto amo yo tu ley, todo el día es ella mi meditación,...de todo mal camino contuve mis pies para guardar tu palabra,...cuán dulces son a mi paladar tus palabras, más que la miel a mi boca" (Salmo 119:97, 101, 103)

Por John MacArthur

ORACIÓN

Gracias Señor por tu Palabra preciosa y por la obra transformadora maravillosa que provoca en mí, en el nombre de Jesús, amén.