Coraje y ánimo en medio de la crisis


(San Mateo 14:22-33.)
Lo primero que vemos aquí es que Jesús vino en el momento justo. Justo en medio de la crisis.


Muchas veces cuando uno está pasando pruebas, hay una vocecita que retumba en el oído de parte del enemigo que nos dice: “Dónde está Dios, Dónde están los hermanos, Dónde está la victoria”

Este pasaje nos demuestra que Jesús viene siempre, justo en el momento en que lo necesitamos. Y es muy interesante porque Jesús como maestro, en un momento les hablo, les instruyo, diariamente a través de sus enseñanzas pero en un momento en particular les dijo: bueno ahora que han aprendido, que han recibido toda esta palabra los voy a dejar solos por un momentito. Y el maestro se quedó en el monte y los discípulos se fueron al aula de clase, que era el mar, allí tenían que aprender poniendo en acción todo lo que Jesús les había enseñado.


Por un momento parece que estamos solos, esto es lo primero que tenemos que ver, hay momentos donde parecería que estamos solos. Este momento es para poner por obra todo lo que hemos aprendido, porque la fe necesita que nosotros aprendamos a utilizarla. La fe, lo que nosotros hemos recibido de Dios, tenemos que ponerlo por obra, no es solamente teoría, es práctica. Es por eso que debemos aprender a confiar en Dios en medio de las necesidades, todos los días de nuestra vida.

Hay tiempos donde te sentirás solo porque estás pasando una tormenta personal, aun dentro de una iglesia grande donde hay tanta gente, a veces uno se siente solo porque está pasando por problemas personales. Muchas veces recibimos enseñanzas a través de las predicas, pero también hay momento en que pareciera que Dios nos dejara solos para ver como actuamos en las diferentes circunstancias de la vida.

Entonces vienen los problemas en lo financiero, en las emociones, en el trabajo, y uno comienza a aprender a reaccionar frente a esos asuntos. Y podes notar la diferencia en nuestras reacciones de antes y las de ahora que tenemos fe, debería haber una diferencia. Antes nos asustábamos, nos desesperábamos, caíamos en depresión, en el medio de una crisis pero desde el momento que Jesús te encontró, él comienza tomar control de tu corazón aún en los momentos difíciles.

Dios no nos abandona, solo quiere que pasemos de grado. Que podamos acceder a una madurez mayor en lo espiritual. En cada tormenta de la vida lo primero que debemos hacer es no asustarnos, sino aprender algunas cosas que Dios siempre va a enseñarnos:

Lo primero que el Señor nos enseña en cada tormenta de la vida es que Su presencia está con nosotros.

La escritura dice que Jesús vino en la cuarta vigilia de la noche, este era el momento más oscuro. En medio de cada batalla viene Jesús. El Señor se revela en cada tormenta, y después de cada tormenta tenemos una mayor revelación de su presencia. Los discípulos conocieron a Jesús de una manera diferente. Ellos necesitaron una tormenta para verlo a Jesús caminar sobre las agua, necesitaron un momento contrario, un momento difícil para ver una dimensión sobrenatural de Dios que no habían visto antes. En otras palabras, la tormenta o la lucha que estas teniendo ahora, es porque Dios te está enseñando y se va a manifestar de una manera aún mayor de lo que lo habías visto antes. El permite esa tormenta para que comience un testimonio nuevo en tu vida.

Lo segundo que el Señor nos enseña en cada tormenta de la vida es que Él es nuestro proveedor.

En medio de la tormenta el Señor le dio a Pedro la capacidad de entender que en cada momento de la vida donde parece que no hay salida, hay salida y hay provisión. Pedro dijo: si eres tú provee que yo haga algo que tú me mandes a hacer, provéeme ahora algo que yo no he experimentado aún y Jesús le dijo: Si Pedro. Te voy a mandar que camines sobre las aguas, que salgas de tu bote y comiences a caminar sobre las aguas así como yo lo estoy haciendo. Y Pedro pudo salir de la barca cuando el Señor le dijo ven. Y esto me enseña que detrás de cada lucha hay provisión divina de recursos. Esto lo experimento el pueblo de Israel cuando se encontraba en medio del desierto sedientos, en ese momento Dios les dice que de una roca seca iba a salir un manantial de agua, la provisión. Porque el Señor tiene depósitos de provisión alrededor nuestro que están ahí. Dios tiene una provisión en medio de cada batalla. Pedro no esperaba comenzar a caminar sobre las aguas milagrosamente, pero el Señor lo llevo a un nuevo nivel, le proveyó lo sobrenatural: le dio algo que él no tenía.

En su presencia hay provisión milagrosa, contra todos los malos informes, contra todos los pronósticos negativos, el Señor es capaz de revertirlos. Dios sorprendió a Pedro quebrando las leyes naturales porque él es sorprendente. No podemos predecir a Dios. Hay varios versículos que le dan veracidad a esta verdad:
Estad quietos y conoced que yo soy Dios. No te dejare ni te desamparare
El Señor llevo a Pedro a caminar sobre las aguas, y también te sorprenderá a ti de cualquier manera El Señor llevo a Pedro a caminar sobre las aguas, y también te sorprenderá a ti de manera sobrenatural. Este momento de crisis te va a llevar a conocer a Dios en una dimensión mayor.

Lo tercero que el Señor nos enseña en cada tormenta de la vida es que debemos estar siempre atentos a la voz de Dios, confiando en su palabra.

El diablo en el medio de la crisis le hablo a Pedro: diciéndole: que sucedería si Dios no te sostiene más. Que sucedería ahora si el Señor quitara su protección de ti. Mientras nosotros oímos la voz de Dios caminamos, el problema es cuando dejamos de oír la voz de Dios y comenzamos a oírla voz del enemigo nos comenzamos a hundir. Y que es lo que nos dice el enemigo: Todos te van a ver hundirte, has ido muy lejos en tu fe y has hablado a muchos de Dios y ahora se reirán cuando vean que ya no te puedes sostener. El diablo te dice: si no se soluciona ese problema como vas a quedar ante los demás.

Cuando pedro comenzó a pensar que sucedería, comenzó a decaer, empezó a darle lugar a Satanás y esto lo llevo temblar de miedo y a hundirse. En el medio de la crisis vas a escuchar voces diciendo: y si todo lo que te enseña el pastor no se cumple y si todo lo que te dice la Biblia no se hace realidad en tu vida, si todo esto no es en realidad lo que estas necesitando, siempre el diablo le va a predicar un mensaje contrario al que le está predicando el pastor. El pastor le dice: confía, seguí adelante, pone tus ojos en el Señor, alábalo, vas a ver la gloria de Dios y el diablo se le para en el hombro y le dice: todo va mal, te vas a hundir pronto, que sucedería si las cosas no resultan. Pero el Señor está contigo y no te va a dejar.

Lo cuarto que el Señor nos enseña en cada tormenta de la vida es que podemos experimentar el poder de Dios de una manera directa.

Pedro pudo experimentar este poder de una manera directa, al caminar sobre las aguas tomado de la mano de Jesús. Y cuando nuestra fe se quebranta y cuando nosotros caemos, el señor nos levanta, nos sostiene, no importa cuál sea nuestra condición, si estamos lastimados o quebrados, heridos o deprimidos pero hoy el señor te levanta con su fe y con sus manos de amor y de misericordia te saca de la angustia y te pone en marcha otra vez. Este es el tiempo para los que están caminando con fe, sigan adelante, no duden, ni escuchen la voz del enemigo, sino sigan creyendo que la victoria completa viene a su vida atreves de Jesús. 

Jose Gonzalez

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