¿Una bendición o una prueba? Isaias 55:8


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Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Yo quiero cada bendición que Dios tiene para mí. Sé que sientes lo mismo. Dios no es una máquina expendedora celestial que dispensa bendiciones simplemente porque las queremos.
Y honestamente, a veces simplemente no entiendo la forma en que Él trabaja.
He sido una seguidora de Cristo por muchos años. Soy una autora
cristiana y oradora y esposa de pastor. Al paso de los años, Dios me ha sacado de más hoyos de los que puedo contar. He asistido a la iglesia desde el día en que nací. Mi fe en Dios debería ser inamovible y nunca debería dudar o cuestionarlo a Él o Su plan. Pero a veces lo hago
El problema no es que Dios se niegue a bendecir mi vida. El problema es que yo necesito comprender lo que es la verdadera bendición.

Yo le pido a Dios que satisfaga necesidades financieras... y mi choche se descompone.

Busco libertad de la depresión... pero lucho con ella cada día.

Logro salir de una crisis... sólo para encontrar otra esperándome.

He llegado a ver todos estos problemas como bendiciones:

Cuando mi choche se descompuso, Dios usó a los hombres del grupo de bomberos de mi esposo para que me proveyeran de un carro para poderme mover.

La depresión me mantiene desesperada por Dios y me ayuda a relacionarme con otras mujeres que luchan en la oscuridad.

Vivir en un estado de crisis me ayuda a entender que puedo confiar en Él en cualquier tormenta que venga hacia mí.

Un joven se estaba graduando de la universidad. Por meses había admirado un carro deportivo en un concesionario. Sabiendo que su padre podía pagarlo fácilmente, el joven le dijo a su padre que ese coche era todo lo que quería como regalo de graduación.

En la mañana de su graduación, el padre llamó a su hijo a su estudio privado y le dijo lo orgulloso que estaba de tener a un hijo tan excelente y lo mucho que lo amaba. Luego le dio a su hijo una caja envuelta de regalo.
El joven abrió la caja y encontró una Biblia forrada de piel con su nombre en oro grabado en ella. Furioso, el joven le gritó a su padre "con todo el dinero que tienes, ¿me regalas una Biblia?" Y salió de prisa de la casa dejando la Biblia y a su padre ahí.
Muchos años pasaron, el joven tuvo gran éxito en el mundo de los negocios y tuvo un hermoso hogar y una linda familia, pero se dio cuenta de que su padre ya era viejo "Quizá debería ir a casa y reconciliarme con él" pensó. No lo había visto desde el día de su graduación. Pero antes de que pudiera hacer los arreglos para ir a casa, recibió la noticia de que su padre había muerto, dejando todas sus posesiones a su hijo. Necesitaba ir a casa inmediatamente para arreglar todas las cosas.
Cuando llegó a la casa de su padre, se llenó de dolor y arrepentimiento. Mientras revisaba las cosas de su padre, vio la Biblia que había dejado años atrás. Con lágrimas en el rostro comenzó a dar vuelta a las páginas.
Su padre había subrayado cuidadosamente Mateo 7:11 "Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?"
Al leer las palabras que su padre escogió, una llave de auto cayó de la parte de atrás de la Biblia. Junto a la llave había una etiqueta con el nombre del distribuidor que tenía el carro deportivo que tanto había querido. En la etiqueta tenía la fecha de su graduación y decía "pagado por completo"
A veces nos perdemos de las bendiciones de Dios porque no vienen de la forma que esperamos. ¿Qué le has pedido a Dios que haga en tu vida? Quizá ya lo ha hecho y tú no lo ves. Quizá la llave está ahí, (un tesoro escondido)

Como humanos nunca comprendemos completamente a Dios, (en este lado del cielo)

Debemos entender algo de Sus caminos y comprender el razonamiento detrás de algunos de Sus planes. Pero un entendimiento completo de Dios está reservado para el cielo. Hasta entonces, caminamos por fe, no por vista. Le adoramos en la oscuridad, sabiendo que la luz está justo adelante. Confiamos en Él en las cosas que no podemos ver y descansamos en Él cuando viene la oscuridad.

Por Mary Southerland

ORACIÓN

Padre, vengo a ti, pidiéndote que me perdones por no confiar en que me bendices. Aun cuando no siempre puedo ver la bendición o entenderla, sé que está ahí. Tú eres un buen Dios y Tu amor por mí es incondicional. Ayúdame a buscar en la oscuridad el tesoro que has escondido para mí, en el nombre de Jesús, amén.

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