Ministrando a los pobres ----Santiago 2:2-4



Sant 2:2-4 Supongamos que en el lugar donde se reúnen entra un hombre con anillo de oro y ropa elegante, y entra también un pobre desharrapado. Si atienden bien al que lleva ropa elegante y le dicen: "Siéntese usted aquí, en este lugar cómodo", pero al pobre le dicen: "Quédate ahí de pie" o "Siéntate en el suelo, a mis pies", ¿acaso no hacen discriminación entre ustedes, juzgando con malas intenciones?
Predilección es un viejo problema que existe en casi todos los ámbitos de la vida. Tal vez sus manifestaciones más comunes son la discriminación racial, religiosa y socio-económica. Por implicación Santiago habló en contra de la predilección en cualquier forma pero en Sant 2:2-4 específicamente menciona el trato preferencial de los ricos sobre los pobres. El conocía que ese favoritismo era devastador, no solo porque es un pecado, sino también porque la mayoría de los creyentes en la iglesia primitiva eran personas pobres y comunes. Discriminar en contra de ellos hubiera dado un golpe al corazón de la iglesia.

Desde sus inicios, la iglesia ha mantenido la prioridad de atender a los pobres. Hechos 2:44-45 dice "todos los que habían creído estaban juntos y tenían todo en común. Comenzaron a vender sus propiedades y posesiones y las compartían con todos según la necesidad de cada uno" Pablo organizó un fondo de ayuda para los santos necesitados en Jerusalén (1 Cor 16:1-4) y durante una dura hambruna, "decidieron que cada uno de los discípulos, según los recursos de cada cual, enviaría ayuda a los hermanos que vivían en Judea, así lo hicieron, mandando su ofrenda a los ancianos por medio de Bernabé y Saulo" (Hch 11:29-30)

Dios ha escogido a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe y herederos del reino, pero algunos de los lectores de Santiago los estaban deshonrando (v5-6). Eso tenía que parar. Nosotros también debemos honrar a los pobres al tratarlos con dignidad en lugar de prejuicio y satisfaciendo sus necesidades siempre que nos sea posible. Está alerta a la gente que te rodea, gente a la que quizá puedas ayudar de alguna manera.

Por John MacArthur

ORACIÓN

Señor, hazme sensible a los que me rodean, te pido sabiduría para saber cómo responder a sus necesidades, en el nombre de Jesús, amén.

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