JEHOVA Y EL FIEL_Salmos 138:3

Un cristiano que viajaba en un taxi, le testificaba de Jesus al chofer y el chofer le replicó:

-¿A poco es usted de los locos q dicen q hablan con Dios?-, en ese momento el cristiano hizo una pausa pensando en su interior y diciendo:
-Tiene usted toda la razón parecería una locura decir que uno habla con Dios y más aun que Dios se interesa en mis palabras y aún más extremo el decir que Dios contesta a mis oraciones-; ¡pero la Biblia así lo afirma!:
Salmos 138:3 El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma.
En este salmo David habla de algo que sucedió cuando él habló desesperadamente como acosando a Dios, y cómo Dios le prestó atención y le respondió.

Esta palabra es muy clara de entender sin embargo algunos de nosotros hemos experimentado que en algunas ocasiones la respuesta de Dios en las pruebas no es tan inmediata como quisiéramos, y en este sentido dice David que en tanto que la solución se lograba, la respuesta comenzó cuando Dios le dio valor y poder a David en su alma para resistir.
Este pasaje toma más valor y más poder cuando nos preguntamos ¿Qué es lo que llevó a David a poder confiar en Dios de tal manera q pudiera él buscarlo desesperadamente cuando fue afligido?
Y la respuesta es gloriosa y se encuentra en el verso anterior:
Salmos 138:2 Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.
David tuvo 2 actitudes en su corazón: la humildad y la búsqueda urgente de su Dios. Estas actitudes nos llevan a asimilar y vivir la fidelidad de Dios hacia su persona y su palabra.
Pensemos: ¿Que tan difícil es doblar las rodillas y de manera muy consciente y amorosa disponemos el corazón para "acosar" a Dios?
La promesa es que esa es la manera de tener una relación verdadera con Dios y experimentar su fidelidad.
David terminó con estas palabras: "JEHOVA CUMPLIRÁ SU PROPÓSITO EN MI"

Por Isaac Ardawin


Oración:
Gracias Padre por tu amor y porque a través de Jesus es que puedo buscarte en todo momento no solo en los difíciles sino en los tiempos de paz y así puedo experimentar en cada día tu fidelidad al propósito que has determinado para mí, por Cristo Jesus ¡Amén!