Cláves para un matrimonio de éxito




El matrimonio no tiene por qué ser esa realidad dolorosa y complicada que la creencia popular propone. Si usted y su pareja emprenden medidas específicas y buenas actitudes, su relación matrimonial puede ser un éxito que dure para toda su vida. NO A LOS ARRANQUES IMPULSIVOS. El respeto es una de las bases de un matrimonio sano. Un solo momento puede ser suficiente para acabar con años de construir la relación. Por más ira que sienta, es necesario que conserve un grado de autocontrol y sensatez para que ni sus palabras ni el tono en que las emite hieran a su pareja de tal forma que la situación sea irreconciliable. Una buena idea para moderarse en un enojo es adoptar estrategias como ponerse en el lugar del otro o recordar tiempos felices con su pareja. Recuerde también que muchos problemas se basan en tonterías o malentendidos, aprenda a apreciar eso en el momento, acláreselo a su pareja e incluso ría para aminorar la tensión. SI A LA AUTOCRÍTICA Y LA DISCULPA. Sus defectos o actitudes pueden ser los causantes de los conflictos con su pareja. En todos los momentos, sobre todo en los malos, eche una mirada profunda a su interior y vea si los problemas están más relacionados con algo que está haciendo mal. El siguiente paso de la autocrítica es hacerla externa para que su pareja la vea. Aceptar sus errores será muy reconfortante para el otro, sobre todo, si la aceptación viene acompañada por una disculpa sincera. Si ya se dio cuenta de que el error es suyo, lo único que puede detener su disculpa es el orgullo. Considere que ese sentimiento generalmente le ocasiona más problemas de los que resuelve, así que olvídelo y pida perdón. DÍGALO CON DELICADEZA Y AMOR. Si aceptar los errores y eliminar el orgullo personal le resulta complicado, imagine ahora que alguien más se los haga saber desde afuera. La tarea de hacer ver los errores de la pareja es una tarea complicada pero necesaria. Si no se lleva a cabo, la estabilidad del matrimonio se pone en entredicho. La mejor forma de hacérselo ver es en un momento donde ambos estén en plena tranquilidad y sin ningún problema. Dígaselo en un tono muy amable y con palabras de amor. Evite empezar la conversación con oraciones como “me molesta que...”, “me sacas de mis casillas cuando...”, etc. Obvie esos detalles y vaya a lo sustancial de una forma sutil. TIEMPO JUNTOS, TIEMPO ALEJADOS. Establezcan un plan para distribuir el tiempo que cada quien pasa solo y juntos como pareja. Ambos tipos de actividades son esenciales para la salud del matrimonio: mientras que ambos crean la costumbre positiva de pasar tiempo de calidad juntos, el salir sin su pareja rompe la rutina de la actividad diaria. Asignen un día libre para cada uno y un día para ambos, que sean fijos y flexibles a la vez. Por ejemplo, usted elige los jueves y su pareja los viernes, mientras que el sábado queda para pasarla juntos. Sin embargo, los días pueden ser intercambiables en circunstancias especiales. La idea es que se respeten los días sin perjudicar la estabilidad y la armonía del matrimonio. No cuestione con celos o sospechas el día libre de su pareja y asegúrese de que el día juntos sea diferente a los demás, es decir, lleven a cabo actividades distintas y dejen de hablar sobre los mismos temas como el trabajo y los hijos. NO A LA INDIFERENCIA Y A LA APATÍA. Uno de los mayores problemas de los matrimonios es que se distancian física y emocionalmente a tal grado que desembocan en un desconocimiento mutuo. De ahí nace la indiferencia por lo que el otro pueda sentir y la apatía de convivir con él. Estos dos aspectos son hermanos y tienden a destruir la relación irreparablemente. Por eso es importante que el contacto y el interés se mantengan. La sana exigencia es básica para eso. Exíjase a usted y a su pareja comportarse de la mejor manera. Cuide cómo actúa y cómo luce para mantener cercana la relación. Una buena idea es separar unos minutos de la semana para conversar exclusivamente de aspectos humanos como los pensamientos y sentimientos de cada uno. Aunque crea conocerlo todo de su pareja, le sorprenderá que cada día puede salir algo nuevo que los acerque. LA IMPORTANCIA DE LOS DETALLES Una de las creencias típicas del matrimonio es que cuando lleva años o décadas de duración se pierden los detalles que se tenían al inicio de la relación. Los detalles son importantes porque fungen como síntomas de que las señales vitales del matrimonio están activas. Es difícil aceptar que la pareja caiga en una total indiferencia cuando antes tenía gestos que los hacían estremecer. Para que eso no ocurra, tenga detalles como llevarle el desayuno a la cama, comprarle flores o regalos ocasionalmente, darle una sorpresa en el carro, enviarle una tarjeta, hacerle una inesperada llamada, etc. Un detalle esencial está en la forma de expresarse. Seguirle hablando a su pareja con palabras cariñosas como “mi amor” o “mi vida” y decirle cuánto la ama y la necesita, es una forma de mantener sana la relación y de realizarse en el matrimonio. BIENESTAR VALORES PARA EL ÉXITO MATRIMONIAL Un matrimonio es tan complejo que engloba cientos de valores y actitudes que se interrelacionan para crear un buen o un mal matrimonio. A continuación se presentan algunos de estos que son básicos para, por lo menos, mantener la estabilidad y después apuntar al éxito. Respeto.Es la base, sin él no hay prácticamente nada. Consiste en no ofender la dignidad de la otra persona con violencia de ningún tipo. Si hay respeto habrá paz. Empatía. Ponerse en los zapatos del otro. Es vital apreciar los sentimientos e ideas de los demás y tratar de respaldarlos de la mejor forma. Justicia. La relación es de dos y ambos merecen los mismos privilegios y obligaciones en todos los aspectos. Honestidad. Decir la verdad ante todo genera un lazo de confianza que difícilmente se romperá a pesar de las situaciones complicadas que puedan presentarse en la relación. Fidelidad. El matrimonio es un compromiso con la otra persona y ser infiel significa arrancarlo desde la raíz. Piense muy bien y mida las consecuencias de sus actos antes de cometer un acto de infidelidad: si quiere tanto a su pareja matrimonial, sabrá que no vale la pena. Creatividad. No caer en la monotonía es importante para llevar una relación armoniosa siempre. Hagan nuevas actividades o regresen a aquellas que los motivaron tanto cuando se conocieron. Aceptación. Nadie es perfecto. Aceptar las virtudes y los defectos, sobre todo estos últimos, es esencial para no caer en desencantos. La idealización de la pareja debe quedar en las primeras instancias de la relación, después ya no es sana. Tolerancia. Respetar las ideas y actividades de la pareja es importante para no perder la individualidad y seguir manteniendo a la vez una armonía de pareja. Articulo tomado de la Revista La Guia.

Comentarios

  1. AMEN! HERMANA QUE PALABRAS TAN BONITAS Y EDIFICANTES... ESTOY APRENDIENDO MUCHO SOBRE EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA DIOS ME LA BENDIGA.. SORAYA

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  2. Gracias,amada Soraya es bueno saberlo,saludos y Dios bendiga siempre tu hogar.

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